Lo pequeño es hermoso, del economista germano británico Ernst Friedrich Schumacher, ha sido considerado uno de los textos más influyentes del siglo XX.
Escrito en 1973, denuncia una tendencia que no ha hecho sino agravarse en las décadas que van desde el momento de su publicación hasta hoy: la de situar el beneficio económico por encima de cualquier otra realidad, incluida la vida humana.
El libro recoge escritos del autor publicados total o parcialmente en distintos medios, así como los textos de algunas de sus conferencias, charlas y discursos. El presente volumen incluye además el apéndice Lo pequeño es posible, preparado por George McRobie (colaborador de Schumacher) y en el que se recoge información sobre la denominada Tecnología Intermedia.
La Tecnología Intermedia viene a ser la solución práctica que el autor propone para solucionar la pobreza en lo que denomina “un mundo compuesto por dos millones de aldeas”. Schumacher sostiene que el problema de los programas de desarrollo que se llevan a cabo en los denominados países pobres falla en su intento de aplicar industrias, técnicas y medios de producción de gran tamaño como única opción para erradicar la pobreza. Sin embargo, esas industrias precisan para establecerse importantes infraestructuras, grandes inversiones de capital y mucha energía, cosas todas de las que carecen los países en desarrollo.
Como consecuencia, Schumacher defendió y puso en práctica diversos proyectos para el uso de Tecnologías Intermedias. Mediante la formación de equipos interdisciplinares, que acabarían colaborando con la ONU, se diseñaron tecnologías y medios de producción que trataban de adaptarse a la realidad del entorno en que iban a ser implantadas, teniendo en cuenta sus infraestructuras, recursos y, especialmente, por quiénes iban a ser utilizadas.
Porque el autor hace referencia constante a lo largo de sus textos de la necesidad de crear una tecnología que se adapte al hombre y esté a su servicio, y no al contrario. Evidentemente, este tema recoge la preocupación (no infundada) de la época acerca de que los procesos automatizados de la industria acabaran por hacer innecesario el trabajo del ser humano, a la vez que atrofiaban la potencia creadora del trabajador condenándolo a ser una pieza más de una máquina ejecutando tareas repetitivas.
Lo pequeño es hermoso propone una revisión del concepto de progreso como una infinita producción y acumulación de bienes y señala la necesidad de anteponer el ser humano al beneficio económico. Enlazadas con estos planteamientos en el libro se recogen ideas y propuestas que, casi cuarenta años después, no han perdido su vigencia: el peligro del uso de la energía nuclear, la necesidad de lo público, las consecuencias de un crecimiento constante en un mundo finito, la brecha que no deja de agigantarse entre ricos y pobres, la sobrepoblación, la crisis medioambiental… y en medio de tan terribles circunstancias, la humanidad. Porque, apunta Schumacher, el hombre es pequeño; pero lo pequeño es hermoso.
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