Tanto o más importante que una dieta saludable es una buena digestión.
El objetivo es que un alimento ingerido pase lo más rápido posible por nuestro cuerpo, nuestro organismo pueda aprovechar de sus nutrientes valiosos y desechar lo no utilizable cuanto antes.
Comer despacio y con conciencia
El primer paso es sentarse a una mesa con mantel bonito, vajilla que nos guste y, si fuera posible, en compañía. No de la tele, sino de un amigo, de una persona querida, de la familia. Aunque comamos o cenemos solos es importante celebrar el acto de comer, que sea un festín para los ojos también.
Antiguamente se daba las gracias por el pan cotidiano, y, aunque muchos ya no compartirán el fondo religioso, creo que hoy en día es importante dar las gracias al campo que nos regala las hortalizas, al animal que nos proporciona la leche etc. Son pequeños ejercicios para concienciarnos de que el alimento, no es gratuito.
Segundo requisito: tomarse el tiempo necesario para comer en tranquilidad. Saborear cada bocado, ensalivarlo bien y masticarlo 20 a 30 veces. ¿Por qué estos pasos? De entrada, nos obliga a comer más despacio; segundo, la digestión se hará más rápida y tercero notaremos el punto de saciedad. Si solo engullimos un bocado tras otro mirando la tele u hojeando un periódico no nos daremos cuenta cuando hayamos superado este punto. Como efecto secundario, nos ayudará a mantener, y hasta perder, el peso.
Evacuación diaria
Sobre cuantas veces es “normal” ir al lavabo contestaría, como mínimo una vez al día. Todo lo demás ya no es sano. Miremos nuestros bebés o los animales de compañía: normalmente evacuan después de cada comida, o sea tres, cuatro veces al día. Esto sería lo normal, lo ideal.
Personas que tengan problemas con ir al lavabo no tendrían que abusar de laxantes, aunque sean naturales. Si se toman durante un periodo continuado, el intestino se acostumbra a que le llegue ayuda desde fuera y se vuelve cada vez más vago. Empieza así un círculo vicioso.
A pesar de que algunos profesionales de la salud aseguran que no hace falta ir a diario, para desechar todas las toxinas y asegurarnos un buen funcionamiento del sistema digestivo sí es imprescindible. Además, para una buena higiene intestinal es conveniente hacer limpiezas y ayunos periódicos.
Limpieza por fuera y por dentro
Le damos mucha importancia al aspecto exterior, nos duchamos mínimo una vez al día, nos ponemos crema y perfumes. Pero, ¿y por dentro?
El sistema digestivo empieza por la boca y acaba en el ano y a lo largo de todo el tubo digestivo (unos 10ms!!) se alternan diferentes mucosas que también necesitan de un cuidado especial. La mayoría le presta mucha atención a la boca y a la limpieza de las partes íntimas, porque son los que se ven. Del resto, se olvida completamente. Para nuestra salud es vital que nuestra mucosa y la flora intestinal estén en forma porque es donde se fabrican también células imprescindibles para nuestro sistema de defensas.
La mejor opción es sin duda combinar unos días de ayunos con lavativas periódicas: hace descansar el hígado, drena el sistema digestivo y el linfático y nos deja como nuevos y llenos de energía.
Matarrania es una marca española de cosmética bio que incluye en sus fórmulas aceite de oliva virgen, acompañado de principios activos vegetales con propiedades medicinales, pero siempre libre de conservantes o cualquier tipo de aditivo. Sus productos se presentan en envases sencillos pero cuidados, como lo es la composición de los cosméticos que contienen en su interior, y ofrecen un efecto lento pero paulatino, como sucede con la cosmética 100% natural.
Uno de sus productos más interesantes, al menos para mí, es su contorno de ojos. En primer lugar, porque hay pocos contornos de ojos 100% naturales ( y no digamos elaborados con un 100% de ingredientes ecológicos, libres de pesticidas, de conservantes artificiales, de perfumes sintéticos.. ) y eso ya lo hace un producto especial. Y en segundo lugar porque a mí personalmente no me gustan muchos de los contornos de ojos que se comercializan, en ocasiones por tener una textura demasiado oleosa y en otras por irritarme los ojos debido a una alergia a un conservante.
Con el contorno de ojos de Matarrania no debo preocuparme por el tema de alergias, pues no contiene ningún elemento al que yo sea alérgica. No obstante, siempre antes de probar un principio activo nuevo, por muy natural que este sea, conviene hacer una prueba de tolerancia. Y por si esto fuera poco, me gusta mucho su textura de aceites vegetales solidificados con cera de abejas, su consistencia blanda y fácil de extender sobre la piel, pero a la vez nada pringosa, o resbaladiza. Me encanta su frasco, de cristal anaranjado, que transmite una mezcla de lujo y de sencillez a la vez, se nota que es algo realizado con mimo. Y me encanta su precio, no hay que olvidar que el frasco trae 30 ml, el doble que la mayoría de los contornos de ojos del mercado.
En su composición, al aceite de oliva virgen le acompañan un macerado de caléndula, ideal para tratar cualquier alteración cutánea, santolina que es una planta medicinal que puede sustituir en muchas ocasiones a la camomila, aceite de avellana de propiedades suavizantes y el semejante aceite de almendras dulces. La cera virgen de abejas como solidificante y conservante natural confiere al contorno de ojos un efecto aislante y protector de la piel más fina de todo el rostro, y una pequeña cantidad de rosa mosqueta permite reducir de manera paulatina pequeñas arrugas y algunas manchas en la piel.
Al ser un producto tan natural y comercializado en un formato grande, los 30 ml de producto podrían durarme más de los 8 meses en los que se recomienda gastarlo, al fin y al cabo, basta con el equivalente a un grano de arroz crudo para cada contorno ocular. Por ello, por las noches, le doy otro uso alternativo: me aplico una pequeña cantidad en las pestañas, con un masaje muy suave. Con ello consigo que las pestañas se vean más brillantes y bonitas, casi me atrevería a decir que más fuertes. También se podría usar este contorno de ojos como protector labial en los meses fríos, aunque Matarrania posee productos específicos para los labios, aromatizados y muy tentadores.
En definitiva, y aunque cada piel es diferente y siempre existe un pequeño riesgo de alergias, el contorno de ojos de Matarrania es uno de esos productos de los que hablas con tus amigas ( o amigos ) y les dices “¡ Tienes que probarlo!”.