miércoles, 29 de febrero de 2012

Les deseo ¡Buena digestión!


Tanto o más importante que una dieta saludable es una buena digestión.
El objetivo es que un alimento ingerido pase lo más rápido posible por nuestro cuerpo, nuestro organismo pueda aprovechar de sus nutrientes valiosos y desechar lo no utilizable cuanto antes.

Comer despacio y con conciencia

 
El primer paso es sentarse a una mesa con mantel bonito, vajilla que nos guste y, si fuera posible, en compañía. No de la tele, sino de un amigo, de una persona querida, de la familia. Aunque comamos o cenemos solos es importante celebrar el acto de comer, que sea un festín para los ojos también.
Antiguamente se daba las gracias por el pan cotidiano, y, aunque muchos ya no compartirán el fondo religioso, creo que hoy en día es importante dar las gracias al campo que nos regala las hortalizas, al animal que nos proporciona la leche etc. Son pequeños ejercicios para concienciarnos de que el alimento, no es gratuito.
Segundo requisito: tomarse el tiempo necesario para comer en tranquilidad. Saborear cada bocado, ensalivarlo bien y masticarlo 20 a 30 veces. ¿Por qué estos pasos? De entrada, nos obliga a comer más despacio; segundo, la digestión se hará más rápida y tercero notaremos el punto de saciedad. Si solo engullimos un bocado tras otro mirando la tele u hojeando un periódico no nos daremos cuenta cuando hayamos superado este punto. Como efecto secundario, nos ayudará a mantener, y hasta perder, el peso.

Evacuación diaria

 
Sobre cuantas veces es “normal” ir al lavabo contestaría, como mínimo una vez al día. Todo lo demás ya no es sano. Miremos nuestros bebés o los animales de compañía: normalmente evacuan después de cada comida, o sea tres, cuatro veces al día. Esto sería lo normal, lo ideal.
Personas que tengan problemas con ir al lavabo no tendrían que abusar de laxantes, aunque sean naturales. Si se toman durante un periodo continuado, el intestino se acostumbra a que le llegue ayuda desde fuera y se vuelve cada vez más vago. Empieza así un círculo vicioso.
A pesar de que algunos profesionales de la salud aseguran que no hace falta ir a diario, para desechar todas las toxinas y asegurarnos un buen funcionamiento del sistema digestivo sí es imprescindible. Además, para una buena higiene intestinal es conveniente hacer limpiezas y ayunos periódicos.

Limpieza por fuera y por dentro

 
Le damos mucha importancia al aspecto exterior, nos duchamos mínimo una vez al día, nos ponemos crema y perfumes. Pero, ¿y por dentro?
El sistema digestivo empieza por la boca y acaba en el ano y a lo largo de todo el tubo digestivo (unos 10ms!!) se alternan diferentes mucosas que también necesitan de un cuidado especial. La mayoría le presta mucha atención a la boca y a la limpieza de las partes íntimas, porque son los que se ven. Del resto, se olvida completamente. Para nuestra salud es vital que nuestra mucosa y la flora intestinal estén en forma porque es donde se fabrican también células imprescindibles para nuestro sistema de defensas.
La mejor opción es sin duda combinar unos días de ayunos con lavativas periódicas: hace descansar el hígado, drena el sistema digestivo y el linfático y nos deja como nuevos y llenos de energía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario