sábado, 17 de septiembre de 2011

Deporte y bienestar

El ser humano es de una enorme complejidad en tanto que, por una parte, somos cuerpo pero también tenemos una parte anímica que unos llaman alma, otros psique y otros espíritu.

La práctica regular ejercicio repercute de forma notable tanto en la salud física como anímica.

En primer lugar, es importante matizar que el ejercicio físico es necesario a cualquier edad. Es decir, incluso las personas mayores deben dar un paseo diario para retrasar los efectos del envejecimiento y potenciar la flexibilidad.

Todo aquel que realiza deporte se siente bien consigo mismo, sencillamente, porque se trata de un hábito saludable que va en contra del sedentarismo que produce apatía, pereza, tristeza y, también, claro está, exceso de peso. Por el contrario, hacer deporte ya sea en grupo o en solitario, alimenta un espíritu deportivo a nivel anímico a través de la alegría, el contacto con la naturaleza, las ganas de disfrutar el presente…

Realizar deporte ayuda y mucho a mantener un cuerpo sano y este ejercicio debe de complementarse con una alimentación adecuada. Somos afortunados quienes tenemos a nuestro alcance la posibilidad de disfrutar de la dieta mediterránea.

A través del deporte tu flexibilidad y tu agilidad aumentan. Además, también pones en práctica tu propio afán de superación puesto que tu capacidad de resistencia y de superar nuevos retos crece con la práctica del día a día.

En la medida en que más activo te sientas, más energía tendrás para disfrutar de la vida e implicarte al cien por cien en tu presente.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario