miércoles, 23 de noviembre de 2011

Aceites Esenciales - Patchouli

(Pogestemon cablin)


La exótica fragancia del patchouli nos transporta en un instante a tierras lejanas, como la India, Indonesia y las Filipinas, donde hace siglos que se utiliza su aceite como perfume.

Las hojas del arbusto del patchouli están recubiertas de minúsculos filamentos que contienen cada uno un microscópico glóbulo de aceite esencial. Si aprieta la superficie de las hojas, impregnará sus dedos de minúsculas cantidades de este espeso aceite de color marrón oscuro, que desprende un aroma a tierra, sensual y penetrante. Se trata de una sustancia muy potente, por lo que al realizar una mezcla debe utilizarse tan sólo en cantidades pequeñas.

En todo caso, el patchouli enriquece maravillosamente a cualquier tratamiento de aromaterapia.

No es tóxico, irritante ni sensibilizante, por lo que está indicado para cualquier tipo de piel.

Apoyo espiritual.

Establece una conexión equilibrada entre el cuerpo, la mente y el espíritu.

Estimula y centra la conciencia espiritual sobre el cuerpo.

Aliviar la mente.

Si sufre fatiga mental o estrés emocional intenso, tome un baño con 2 gotas de patchouli y 4 de neroli.

En caso de falta de apetito sexual o vulnerabilidad emocional, aplique en las zonas donde acumule más tensión una mezcla de patchouli, absoluto de rosa y naranja dulce en un aceite portador.

Curar el cuerpo.

Para hidratar y nutrir la piel seca, madura o arrugada, aplíquese todas las noches en el cutis dos gotas de patchouli, 2 de absoluto de jazmín y 6 de palmarrosa, en 20ml de aceite portador, insistiendo en las zonas más afectadas.

Aceites Esenciales, Jannie Harding

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