sábado, 23 de julio de 2011

Cordyceps

Es un hongo originario del altiplano del Tíbet en China y es, en realidad, un parásito que vive en la boca de las orugas.
En otoño, las esporas entran en el huésped, germinan y finalmente matan la larva al principio del verano del año siguiente, liberando las esporas del cuerpo fructífero.
La forma silvestre de Cordyceps sinensis es rara y por lo tanto, resulta cara, por lo que una cepa aislada de la forma silvestre (Cs-4, o Paecilomyces hepiali Chen) se cultiva industrialmente y es la utilizada habitualmente.
En la Medicina Tradicional China se viene utilizando Cordyceps sinensis desde hace cientos de años ya que se considera que favorece la restauración de la energía, promueve la longevidad y mejora la calidad de vida.
Entre sus componentes están los nucleósidos: adenina, adenosina, uracilo, uridina, guanidina, guanosina, hipocantina, inosina, timina, timidina, y deoxiuridina.
La presentación de Cordyceps fresca, sin elaborar, tiene un menor contenido en nucleósidos que la forma seca, procesada.
Además contiene: proteínas, péptidos, todos los aminoácidos esenciales y poliaminas, derivados del azúcar, ácidos grasos y vitaminas, además de elementos inorgánicos.
Usos tradicionales:
El Cordyceps se ha venido utilizando de forma tradicional para luchar contra la debilidad, la impotencia y la fatiga asociada a la edad. Mejora la función cardiovascular, hepática y renal; es inmunomodulador y potencia la capacidad respiratoria.
Extraido de www.drugs.com

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