Los aceites aromáticos de las zanahorias actúan sobre las mucosas y producen un aumento de la irrigación sanguínea del tracto intestinal. Gracias a su acción equilibradora, el jugo de zanahoria ayuda tanto en casos de estreñimiento, como de diarrea (...) Resulta beneficioso en los periodos de recuperación tras una intervención quirúrgica o tras una enfermedad grave, así como ante resfriados y enfermedades febriles. Gracias a su riqueza en carotenos, este jugo fortalece la visión y favorece la formación de la púrpura visual, cuya carencia da origen a la ceguera nocturna.
El jugo de remolacha
El organismo sano resulta especialmente necesitado de hierro en los dos primeros años de vida, en la pubertad, durante el embarazo y la lactancia y durante la menopausia, por lo que se recomienda la toma de jugo de remolacha durante estos periodos de vida.
El jugo de apio
El jugo de apio resulta recomendable en todos aquellos trastornos debidos a un depósito o acumulación de residuos en nuestro organismo, como sucede en casos de trastornos reumáticos, los artríticos incluidos. Este jugo regula el metabolismo hídrico y activa la vitalidad en personas mayores.
El jugo de tomate
El jugo de tomate es recomendable como protector de un envejecimiento prematuro y, en forma de cura, para prevenir los estafos de cansancio o agotamiento.
Cómo se deben tomar
Lo mejor es tomar cada jugo por separado y no mezclados entre sí, aunque sean todos de fruta y de hortalizas. Es absolutamente necesario no tomar los jugos de un trago, sino tomarlos a pequeños sorbos y ensalivándolos bien en la boca. De ese modo actúan mejor.
Alfred Vogel